Sin lugar a dudas, Valor estaba obsesionado con Nostradamus. Estoy seguro que ahora verá las cosas
de otra manera, respecto a esa fijación, pero no creo que abandone su preocupación por el futuro.
Lo que más me ha gustado de el, y por lo que le tengo tanto aprecio, es que es un luchador nato.
A pesar de las adversidades, que ha pasado y muchas, siempre continua, aunque sea contracorriente.
Born again anti-christian, representa eso. Volver a nacer respecto a la música, y direccionar la temática conceptual de sus obras.
Siempre conceptualiza todos sus albums. Es un escritor musical. Y ahora, su nuevo album, American Inquisition, seguirá muy probablemente esa linea de conceptualizaciones. ¿Cambiará de sonido otra vez como nos tiene acostumbrados?
Pronto lo sabremos.
Mientras tanto, lean esta entrevista de hace ya once años, al bueno de Valor. Si es su gusto, riase, si no lo es, tenga presente la pasión de un verdadero genio musical.
Cain.
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