OCHO AÑOS SIN VIRUS

Hoy hace ocho años de la desaparición de Virus.
Por primera vez, en mucho tiempo, me siento feliz y contento.

Esta octava de años que ha concluido, ha resonado en Do menor.
Un camino en el cual he dejado la vieja piel de serpiente, y en el que he resurgido de nuevo, con transmutado espíritu.
Es momento para dejar atrás la melancolía, los rencores, los desprecios y los desvaríos.

La melancolía es una droga dura. Y no es, el dulce recuerdo de lo vivido, sino el amargo trago del presente.

Se acabó la oscura botella.

A partir de ahora, la existencia tiene el tiempo y el sitio necesario, para continuar ofreciéndome nuevas experiencias.

Poseo el corazón limpio y la paz en mi interior necesarias, para caminar tranquilo hacia la vejez.

Aprovecho este momento tan señalado para agradecer a mis amigos, que en esa octava han estado intentando cambiar la melodía de mi vida.
En especial, a:

Venus, Profeta loco, Dark cavity, Andrés, Carlos, Roberto, Sheila (descanse en paz), Lucia, Carmen y Maria.

Y ahora, en el inicio de esta nueva octava temporal, deseo agradecer todo el apoyo prestado por los amigos de la música de Dementia 99, que me han demostrado que lo que se hizo en su día, y lo que se está haciendo ahora, tienen sentido y valoración, para mucha gente en el mundo.
Os quiero, y gracias por todo.

Caín.

“Un Deseo, es un recuerdo futuro. Desead todo aquello que siempre quisisteis recordar, como algo ya vivido”